sábado, 10 de marzo de 2007

CONSEJOS PARA RESTAURADORES

Antes de poder dar consejos para los coleccionistas debemos explicar la diferencia entre un auto antiguo y un clásico. Hay distintos puntos de vista en cuanto a cual es la delgada línea que divide al antiguo del clásico, algunos argumentan como diferencia las cantidades producidas, otros los procesos de producción, “si fue en forma artesanal o industrial tradicional”. Sin embargo, hay algo en lo que los especialistas coinciden, para ser un clásico, un auto tiene que haber marcado “un antes y un después” para la marca y para la industria del automóvil.
Un claro ejemplo son el Ford T y el Volkswagen Escarabajo, autos producidos en grandes cantidades (son dos de los autos más vendidos en la historia), de bajo costo y producidos para las masas, se han convertido en clásicos debido al cambio que generaron en la industria. El Ford se convirtió en el primer auto en salir de una cadena de producción, que por supuesto con los desarrollos tecnológicos de por medio, era similar a las actuales (Que era similar: la cadena de producción o los autos?), y en el caso del Volkswagen, fue un auto diseñado y desarrollado para el pueblo alemán durante la pre-guerra y se termino convirtiendo en una de las bases del desarrollo económico del país en la post-guerra.
Dentro del tema de los consejos para el nuevo coleccionista, les queremos dar algunos datos que pueden ser de interés y los pueden ayudar en esta nueva empresa.
Lo primero que hay que tener en cuenta es el presupuesto. Cuanto queremos gastar y en que lo queremos gastar. Hay que tener en cuenta que si vamos a hacer un trabajo a conciencia tenemos que trabajar en el motor, chasis, carrocería, interiores, sistema eléctrico, etc. por ese motivo tenemos que estar seguros no solo de tener la plata para comprarlo, sino que también para arreglarlo. Nadie quiere empezar una restauración y tener que dejarla sin terminar por la falta de presupuesto.
Una vez que tenemos bien claro el tema del presupuesto, podemos empezar a buscar nuestro auto. Se recomienda empezar con algún modelo de fabricación nacional o modelo importado en grandes cantidades. Esto es porque tenemos más facilidad para conseguir datos, repuestos y mecánicos que los entiendan. De esta forma nos podemos empezar a insertar por el camino más fácil (o menos difícil) en el mundo de los clásicos y pagar un derecho de piso bastante bajo por nuestra inexperiencia.
Ya encontramos el auto que encaja con nuestro presupuesto, ahora recordemos que sigue siendo un auto, y como tal debe cumplir con la legislación y normas de transito vigentes. Recomendamos tener un gestor de confianza que nos dé una mano, ya que no es raro encontrar problemas de papeles. Ej. : el auto fue dado de baja hace 20 años, el titular falleció y no se hizo la sucesión, hay deuda de patentes, etc.
Una vez superados los primeros pasos y ya teniendo nuestro nuevo auto, empieza la difícil tarea de restaurarlo. Lo primero que tenemos que hacer es un análisis del estado general del auto, mecánica, chapa y pintura, interiores, partes y accesorios faltantes, etc.
Es aconsejable, en la medida de lo posible, tener de antemano la gente que va a hacer los trabajos de restauración y una vez iniciada esta, hay que hacer un seguimiento exhaustivo y detallado de los trabajos que se le van realizando. Algo que nos puede ayudar para mantenernos dentro del presupuesto y los tiempos, puede ser la confección de una planilla donde volcar el cronograma de trabajos y gastos y ver si se cumplen (podríamos compararlo con una hoja de ruta).
Dentro de las cosas que tenemos que tener en cuenta a la hora de buscar un auto antiguo, es ver su estado general. Lo más importante es que esté lo más completo posible, un auto que está con todas sus piezas es un auto bien cuidado. Puede estar mal de pintura o con los tapizados gastados, pero cuanto más completo esté menos trabajo y dinero nos va a costar restaurarlo.
Algo que no podemos olvidar son las gomas. No es fácil, pero tampoco imposible, encontrar las gomas de la medida original. Tampoco es un tema menor, ya que una diferencia en las medidas de los neumáticos puede influir negativamente en el buen andar y la durabilidad de las piezas, principalmente caja y embrague. Recordemos que las gomas también necesitan mantenimiento, la falta de uso por lo general hace que pierdan presión, sumado al peso del auto, estas se deforman. Otro punto a tener en cuenta es que las gomas se resecan, para evitarlo hay que tomarse el trabajo de pasarles habitualmente algún revividor de buena calidad o glicerina, elementos que habitualmente consideramos como de simple estética.
Una de las preguntas habituales es, ¿qué hago con mi auto hasta que empiece la restauración?
Como respuesta, el mejor consejo es decirles que es lo que NO hay que hacer. Si no se tiene un buen lugar donde almacenar en forma ordenada las piezas, NO desarmar el auto, y NO lo deje abandonado a la intemperie o en un lugar desprotegido, por más que haya que restaurarlo, un auto en estas condiciones se sigue deteriorando y este descuido se va a ver reflejado en el costo, trabajos y tiempos de la restauración.
Cuando ya está próximo el inicio de la restauración, y si ésta va a ser completa, recomendamos desarmar el auto por completo para ver el verdadero estado de cada una de las partes.
s Para tener en cuenta:
Haga un inventario, es un trabajo bastante molesto y aburrido, pero al final vamos a ver los beneficios.
Una vez terminada la restauración viene lo más difícil, mantener el auto en condiciones; para esto lo más recomendable es lo más fácil: usar el auto con cierta regularidad, tanto para andar por la ciudad o participar en competencias, por supuesto sin olvidarnos de que estamos tratando con un “viejito”.
Algunos puntos importantes.
Antes de hacer nada, contactarse con algún coleccionista o asociación de autos clásicos, nos pueden dar información vital para empezar. (ellos alguna vez estuvieron igual)
Buscar en forma consciente y no entusiasmarse con el primer auto que vemos, la búsqueda puede ser bastante dura e insatisfactoria.
Aplicar esta misma teoría para la gente que va a llevar a cabo la restauración, por lo general los trabajos mal hechos los vemos después de terminados.
Ser constante, los autos y principalmente los antiguos se vienen abajo muy fácil, y todo el trabajo que ya hicimos lo tendríamos que hacer de nuevo.
Asociarse a algún club, esto nos permite estar en contacto con gente que comparte nuestro interés y además se pueden conseguir información, repuestos y accesorios de nuestro auto con más facilidad.
Y como consejo final, les recomendamos tratar de incorporar a toda la familia a nuestra actividad con los autos, puede ser muy entretenido y nadie se siente excluido.

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